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Patrizia Quaglia

2019

El año 2019 se va dejando una semilla de trabajo para 2020 con dos proyectos musicales que tanto me gustan como alegran ver crecer. Uno es “Rodenda”, canciones para las infancias y las familias, con él, el sueño de concretar un espectáculo para niñes se hace real, para que crezca luego de la etapa de “germinación”.

Y el otro es el proyecto de Paty Quaglia (que ahora con formación estable quizá adopte nombre de banda) cerramos el 2019 con la buena noticia de haber recibido el fomento del INaMu para replicación de disco. Por lo que el verano lo trascurrimos terminando de grabar, ideando gráficas y comenzando mezclas. En abril tendremos disco y habrá que salir a presentar por lo que nos espera un año movidito.

Otra buena semilla que sembró en este caso el fomento del INaMu es reencontrarme con el proceso de grabación de mis canciones, hoy veo que ese proceso no debe cortarse con fomento o sin él, con replica o sin ella. Terminado “Un margen de sol” voy a seguir grabando, por un lado tengo el estudio en casa y por otro tengo muchas canciones que están esperando para ser plasmadas y compartidas, sin mencionar cuánto se aprende en el proceso de grabar. Así que a seguir creciendo.

Celebro la ley de cupo femenino que nos dejó el 2019 y por más músicas en los escenarios y en la vida.

Vamos por más en este 2020.

 

2017

Año 2017… Año intenso. Puedo rescatar, a nivel laboral (después de dos años en una compañía infantil) que confirmo mis ganas de trabajar para niñes, de seguir haciendo teatro integrado a lo musical.

En octubre participé del 13 Encuentro de la Canción Infantil de Latinoamérica y el Caribe, realizado en Argentina. Fue muy lindo. Y aunque mi participación en la compañía Tribumadre terminó a fin de año de una manera no muy grata, veo ahora con mayor claridad que mi trabajo hacia las infancias tiene que ir en el sentido de la construcción de sociedades más justas, con conciencia de género y respeto a las mujeres.

Este año me enseñó que también el ámbito musical es un lugar difícil para la mujer, más si estás creando, componiendo, ejecutando instrumentos y no sólo interpretando lo compuesto por hombres. Eso como compositora ya lo sabía, pero este año pude reconocer la desigualdad de tratos, la injusta desvalorización de lo que las mujeres tenemos para aportar. Seguramente no siempre es así, del mismo modo en que no todos los hombres son machistas, pero esta violencia fue muy evidente en mi experiencia durante este 2017 que se va, por lo que redoblo mis apuestas y como creo necesario que las niñas y los niños tengan acceso a una vida mejor, relaciones más sanas, hacia allí voy a orientar mi año laboral para 2018.

También quiero seguir grabando mis canciones, proyecto que quedó bastante de lado por lo que me demandaba mi participación en Tribumadre. Ahora quiero retomar ese trabajo que está a la mitad y terminarlo. La idea es hacer un video con una de las canciones, “Madre de las aguas dulces”, y quisiera que eso se concrete en este año que viene.

Para este próximo año, y esto fuera de lo laboral, fuera de lo personal, deseo que la represión y el avasallamiento de este gobierno nos dé un respiro, que los fundamentos discriminadores hacia cualquier minoría se terminen, que podamos respetarnos y que empecemos a vislumbrar otro mundo posible, más justo, más equitativo, con tierra y monte, con salud y educación, con trabajo y arte para toda la comunidad.

 

2016

…Viajes, horizontes nuevos, reafirmaciones, composiciones, año de encuentros, descubrimientos y trabajo, sueños, siempre metas, grabar, producir…

Además de todo esto nacido y naciendo desde el dúo “Hilando Sonidos”, desde mediados de año empezamos a focalizar en el homenaje a Violeta Parra titulado “Violeta de los Andes” que presentamos en octubre, mes de su natalicio.

Ensayos, buen trabajo de prensa, varias y hermosas presentaciones sumaron a estos últimos meses del año, un buen clima de trabajo.

En escena:

Los músicos Ezequiel Planté en percusión y flauta, Lucas Dángelis en guitarras, yo con mi cuatro habitual, el querido ronroco y me di el gusto de sumar la guitarra (¿cómo podría homenajear a Violeta sin ella?)

Los artistas Marcos Sánchez en pintura y Mais Leiguarda en alfarería trabajando en escena (un lujo cantar mientras ellos trabajaban).

Maximiliano Angeleri sumó su visión y trabajo realizando un documental especialmente para el homenaje, rescatando la labor de compiladora de la gran y multifacética Violeta Parra, el documental está subido a YouTube y se puede ver, se llama “La música de la vergüenza”.

Todo este hermoso trabajo “desplazó” un poquito la terminación de nuestro nuevo material sonoro sobre el que empezamos a trabajar junto con el año y ahora al finalizar vamos ya queriendo terminarlo también. Material que irá saliendo a la luz en avances mensuales, durante el 2017, para concretarse en su materialidad física de “disco” cuando la economía lo permita.

…Soñando, siempre creciendo, seguimos este camino, tan hermoso y a veces tan difícil también, abriendo espacios, cantando y creando, compartiendo y poniendo el cuerpo y el corazón, para no olvidar que el fundamento del canto está en la tierra y su gente, y que para transitar el camino de la vida en alegría hay que hacerlo cantando…

Foto: Paul Amiune.

 

2015

“Hilando Sonidos” es el proyecto que desde 2011 llevo adelante, cantando con el cuatro, a veces con el bombo, y otras veces con ronroco las canciones que van naciendo de mi mano, mi voz y el hermoso paisaje donde habito, que da un tinte a los sonidos y las letras que nacen.

Este año 2015, luego de un año de mucho trabajo presentando el disco que lleva el mismo nombre “Hilando Sonidos” y de trabajar con muchos y lindos músicos, resultó que uno de ellos, Ezequiel Planté, se sumó activamente al proyecto, transformándolo en un dúo. Primero fue su flauta y su ritmo que se sumaron; luego su poesía y finalmente también sus composiciones en guitarra; así se sumaron colores y sonidos a este hilado que se va convirtiendo en trama multicolor.

Este tejido se puso inquieto y andariego. Así fue que visitamos Rio cuarto, La Plata y Rosario, dando conciertos en distintos bares o espacios de cultura. Tuvimos el honor de presentar “116” la canción homenaje a los nietos recuperados, nada más y nada menos que en el escenario del 24 de marzo, en la calle Hipólito Yrigoyen, donde bajo la lluvia este año nos volvimos a encontrar para recordar el 39 aniversario del golpe y nuevamente decir Nunca Más.

Entre tantas alegrías y emociones, empezamos a fines de este año a grabar un segundo disco, del cual sabremos el año próximo, si la pacha acompaña, claro.

 

2014

En abril de este año di a la luz mi primer disco, fruto de varios años de trabajo y un hermoso proceso de aprendizaje, desde darle lugar a mis propias composiciones que fueron reemplazando a las canciones del repertorio latinoamericano, que formaban parte del primer boceto del disco, hasta aprender a grabar con una consola Tascam digital.

Luego, editar en una compu, en un trabajo bastante artesanal e interesante, mezclando a la par del sonidista y aprendiendo mucho. Todo este trabajo realizado en las Sierras Chicas de Córdoba, donde nacieron las canciones, en un paisaje que me acompaña todos los días.

Soy nacida en 1982, por razones circunstanciales en Italia. Habitante de la ciudad de Córdoba, y actualmente de Agua de Oro, Sierras Chicas.

Canté desde siempre y desde los 15 años indagué en la guitarra pero nunca tuve una… A los 19 empecé a estudiar percusión, congas, cajón peruano, ritmos de América. Entre el 2005 y 2006 indagué en ritmos africanos con ensambles. En ese año 2005 aparece el charango en mi vida y al año próximo el cuatro colombo-venezolano, mi gran amor a primer oído y compañero en la creación y el canto.

He participado en distintas formaciones, con amigos y músicos con los que la vida y los caminos me fueron cruzando…

Actualmente, muy contenta con un proyecto junto a Priscila Weht y  Menta Sáez, donde se combinan el trabajo de composición de las tres.

Durante este año he trabajado en la presentación de «Hilando sonidos». Así se llama el disco, y he tenido el gusto de compartir con hermosos músicos. En el acompañamiento estable,Blas Monteiro en bajo y cajón peruano; Ezequiel Plante en flauta y bombo; Álvaro Aneiros en percusión aérea y congas, y muy variados y hermosos invitados como Ana Seimandi, Priscila Weht y Menta Sáez en voces; Willy Ferreyra en guitarras; Miguel Yeti Navarro en saxo tenor y Nicolás Mazza en clarinete. Acompañaron desde la danza Anabella Acastello, Geraldine Maurutto, Grupos Pachamama y Guaranza tu Quilombai, poniendo movimiento y cuerpo a las canciones. Desde las imágenes acompañaron Caleidoscopio Realizaciones, el envión y Emiliano Sánchez.

Fue un trabajo muy pleno y tiene una resonancia que ha trascendido las presentaciones que hicimos, porque seguimos trabajando juntos y los vínculos que hemos establecidoa la par del trabajo son muy hermosos. Por todo eso, muy agradecida.

«Así es el hilo de la poesía,

simple, sagrado, eléctrico,

fragante y necesario

y no termina en nuestras pobres manos:

lo revive la luz de cada día»

Pablo Neruda.

 

Hilando sonidos. Música serrana latinoamericana.

La identidad Latinoamericana de este disco está en las sonoridades de los instrumentos y en los ritmos que componen las canciones. El sonido particular del cuatro acompañado de los tambores de distintas partes de América, ritmos afrocubanos trasladados al bombo, armonias propias de Colombia traídas a la Argentina, y la mezcla de estos componentes en la creación de un repertorio particularmente «serrano», como lo defino yo, ya que siento en esa mixtura y en las temáticas poéticas, la marca del lugar en donde se gestaron y salieron a la luz. Que es en las zona de Sierras Chicas de Córdoba, más precisamente Agua de Oro, donde vivo y trabajo.

Las sierras tienen un ritmo propio. Por eso, al pasar por aquí, los ritmos de América no pierden su identidad, pero adoptan una nueva, que se les suma. Sonidos de arroyos y monte que están vivos en el disco por tomas in situ y también el agregado de percusión aérea. Cantidad y variedad de semillas acompañan y completan los ritmos de las canciones; y los tarareos nos remiten a una cotidianeidad de la vida, el canto permanente, inmiscuido con el cuidado del hogar, los niños, el fuego cotidiano.

«Hilando Sonidos» sale a la luz en esta manera de convivir y crear en este paisaje en particular, con sus formas de pueblo, calles de tierra, que a su vez pertenecen a esta gran y hermosa Patria que es Sudamérica toda, colorida, compleja. Y pertenece tambien a un lenguaje universal que es la Música en todas sus formas.

“Oda a la alegría.”

«…Contigo por el mundo!

con mi canto!

con el vuelo entreabierto

de la estrella

y con el regocijo de la espuma!

Voy a cumplir con todos

porque debo a todos

mi alegría.

No se sorprenda nadie porque quiero

entregar a los hombres

los dones de la tierra,

porque aprendí luchando

que es mi deber terrestre,

propagar la alegría.

Y cumplo mi destino con mi canto.»

Pablo Neruda  – Odas elementales.

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