• Kay Plazapi

Kay Plazapi

2017

Recorriendo un camino largo

Kay Plazapi nació en Río Tercero hace 26 años, comenzando con la ejecución de folclore instrumental latinoamericano. Con el transcurrir del tiempo, cada integrante siguió distintos caminos, en proyectos individuales y compartidos como la mamurga, la guaracha son, y algunos proyectos solistas, y participaron en los orígenes del Encuentro No Durmai durante varios años, algunos de ellos incluso siguen presentes en el mismo.

Desde hace seis años, los músicos se encuentran experimentando desde la creación espontánea y colectiva, dando lugar a la improvisación libre como motor generador de nuevas sonoridades y sensaciones que dieron lugar a la interacción con otras ramas del arte. 

Desde hace más de seis años, el grupo involucra en todas sus producciones y presentaciones el concepto de la realización de música como una forma de expresión pura, alejada de estructuras y tecnicismos que puedan condicionar el aspecto lúdico y creativo. Este tipo de experiencias los ha llevado a compartir escenarios con otras formas de expresión como son la danza, la pintura, el teatro, la fotografía y hasta los sabores y aromas de la gastronomía. Bajo esta línea surgieron los espectáculos conceptuales como “Bienvenidos, Buen viaje” y “Lumbre”, el ciclo “Jueves de Kaypla” (que tuvo un formato más cercano a una intervención urbana) y “Lila”, la participación en múltiples talleres de expresión y presentaciones en varias localidades dentro y fuera de la provincia de Córdoba.

En busca de lugares posibles

En estos últimos años, su proceso creativo pasa por la espontaneidad y el trabajo colectivo, producto de la improvisación libre, donde sin ningún tipo de pauta previa, o usando pautas extramusicales se lanzan al abismo de la creación grupal conectándonos desde lo sonoro en un lenguaje que mezcla las vivencias musicales personales y grupales.

Así, se plantearon la posibilidad de registrar el trabajo que vienen realizando y se trasladaron tres días hasta las sierras de Córdoba junto con todos sus instrumentos a convivir con el paisaje y la tranquilidad serrana  (y la complicidad de las familias que apoyaron esta iniciativa).

El proyecto se convirtió en desafío al saber que del registro obtenido resultaría tal vez la respuesta a esa búsqueda interna, que cada uno de los integrantes y el grupo en sí como colectivo, traía consigo. Llegaba el momento de una apuesta mucho más ambiciosa desde el punto de vista técnico y renovadora desde lo artístico: registrar toda la vivencia y aquello que surja musicalmente en esos días (en audio y video) para tener la posibilidad de revivirlo y compartirlo en el futuro.

A todo esto se sumó la oportunidad de hacerlo con la máxima calidad que ofrecían los Estudios de Sonorámica, cuyas instalaciones cubrían todas las características que requería la idea: contacto con la naturaleza, horarios ilimitados y un paisaje único.

La experiencia fue compartida con un equipo de personas que trabajaron en la parte visual del proyecto: Maxi Angeleri y Pedro Solfanelli con sus equipos de video y la fotógrafa Lali Cassin, quienes compartieron los 3 días de trabajo en el medio de las sierras cordobesas junto a Los Kaypla (a 8 kilómetros de la ciudad de Cura Brochero).

El grupo de trabajo arrojó como resultado más de 28 horas de filmación y unas 30 pistas de audio, que fueron minuciosamente evaluadas y seleccionadas para su post-producción.

De todo ese material se tomaron seis “momentos musicales” que fueron mezclados y masterizados en el mismo Estudio sin ninguna edición o modificación junto al Ingeniero Sebastián Ruiz.

Por su parte el director de cine Maxi Angeleri (oriundo de la vecina ciudad de Almafuerte, actualmente radicado en Mendiolaza) realizó la edición en video de estos “temas” para completar la producción del material en formato audiovisual y decidió desarrollar un documental que resumiera la experiencia compartida y la visión de la experiencia que Los Kaypla se propusieron realizar en Enero de 2017, al que llamó: “El vuelo de los 5 cirujas”.

La música como una ofrenda

Ya con el material casi finalizado en sus manos, Los Kaypla se plantearon necesidad de compartir este trabajo con el público, sin ninguna necesidad de entendimiento artístico conceptual. La idea es que se pueda disfrutar del viaje sonoro de una manera desprejuciada, sin condicionamientos. Así se llegó a la conclusión que la forma más horizontal y transversal para hacerlo son las que ofrece la internet a través de las diferentes redes sociales y plataformas de difusión abiertas como YouTube.

De esta manera, la música podrá llegar a quien quiera oírla con sólo hacer un clic o compartirla con quien desee sin costos ni limitaciones.

“A pocos días de publicar los primeros videos ya hemos recibido saludos y felicitaciones de amigos radicados en diferentes partes del mundo y eso nos hace muy felices. Algo que el formato físico (CD o DVD por ejemplo) no lo permite…” aseguran.

De esta forma Los Kaypla esperan de que este material funcione como un elemento multiplicador, que permita a otros a soñar y motivarse a concretar y compartir sus propios proyectos.

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