2018
Generalmente los balances de los años, en términos artísticos, creo que tendemos a verlos con el ojo individual, de los logros personales, de las grabaciones de discos, cantidad de actuaciones, invitaciones y todas esas cosas hermosas que forman parte de la música y mucho más puntualmente de la música hecha en Córdoba desde hace algunos años.
Desde esa óptica, no puedo decir sino que ha sido un año hermoso, plagado de conciertos, de un público increíble que va a contramano del desastre económico, social y político de nivel nacional. Junto con mi compañera Airena Ortube, presentamos Ñacu, un disco muy querido, trabajado con mucho detalle. La espera de Milo en la panza de Aire ha hecho que no tocáramos tanto en vivo, pero con algunas presentaciones muy lindas, sentidas y profundas.
Por otro lado, La Jam de Folclore, el proyecto de mis amores, ha tenido otro año genial, con muchísimas actuaciones, viajes, grabaciones, celebración de aniversario y tantas cosas más.
Hasta acá lo lindo, la realización personal. Pero además de eso pasa que se nos viene un futuro con muchos de los lugares en los que amamos la vida cerrados, con el ojo de las políticas culturales como siempre en otro lugar totalmente distinto al que habitamos nosotros. En este sentido, sobre todo en este, el balance es por lo menos desesperanzador. No me queda otra cosa que pensar en lo fácil que es destruir después de años de trabajo colectivo.
Como siempre, la construcción colectiva parece ser la única herramienta potable, que nos haga sostener este paraíso musical que viene viviendo la ciudad de Córdoba desde hace años. Formamos parte de un tejido hermoso de musiques, prenseres, gestores, comunicadores, sonidistas, técniques, que pechamos para el mismo lado. Ahí vamos a estar, para bancar la parada y seguir creciendo.
Se viene en el 2019 la «Cantata cordobesa», un propuesta del cuarteto Romero-Beaulieu-Bravo-Gómez bien ambiciosa que creo que va a intentar resumir la necesidad de lo colectivo como único camino posible.
2017
Cuando me pongo a pensar en el año, sólo se me ocurre la idea del encuentro, de ese que hace compartir.
Hemos trabajado muchísimo para generar encuentros presentes y futuros, con la convicción de siempre: de esta salimos juntos, con música y sueños.
Espero tengamos un año así, lleno de encuentros.
¡Vamo que venimo!
Foto: Ayelén Salerno.
2016
Como desde hace algunos años, me gusta pensar y reflexionar en torno a nuestra cultura desde un lugar colectivo. Creo que nuestra música ha dado una vez más muestras de crecimiento con el empuje de un puñado de artistas, comunicadores, gestores culturales y espacios/bunkers que permiten ese crecimiento.
Desde un lugar personal, ha sido un año de mucho trabajo en algunos proyectos que se han concretado, y otros que esperan salir el año próximo. El proyecto homenaje a Raúl Carnota nos ha llevado por distintos puntos del país y nos trajo la sorpresa de una nominación a los Premios Gardel. Como siempre dijimos, creemos que esos reconocimientos son para nuestra comunidad de artistas que trabajan diariamente.
Se viene también el primer disco de La Jam de Folklore y el homenaje a Carnota en conjunto con el cuarteto Magnolia, dos locuras que hicimos hacia el final del año.
Creo que se viene un buen 2017, cargado de trabajo cotidiano, que es el que nos gusta.
Foto: Sergio Manes.
2014
Un año más de crecimiento para la cultura popular de Córdoba… Anclado sin dudas en la creencia de que la solidaridad, la fraternidad y la infinita pasión por el hacer es la clave del desarrollo, siempre colectivo.
Personalmente, seguimos en el proceso de trabajar sistemáticamente desde el espacio «Los siete locos» (con más de doscientos conciertos en el año) y con la gran sorpresa que nos dió la Jam de Folklore, un espacio donde lo único importante es el encuentro entre músicos, cada vez más unidos y amigos.
Año entretenido, divertido y gratificante por los logros personales, pero mucho más por la situación general de los compañeros artistas.
2013
Es posible que la música de Córdoba nunca haya tenido tanta actividad como este año. Año plagado de ediciones discográficas de altísima calidad, de una cantidad de conciertos que obligan a pensar en la necesidad de abrir más y más espacios de cultura en la ciudad.
Ese crecimiento es la expresión de un proceso de muchos años, que ha costado trabajo, militancia, esfuerzo. Pero ese crecimiento es fruto de la confluencia de músicos, empresarios, políticas culturales eficientes, medios de comunicación que han sabido ver el proceso.
Celebro un año increíble, de mucha felicidad.
2012
Se va yendo 2012, año plagado de actividad y crecimiento para la música de la ciudad de Córdoba.
Crecimiento tal vez simbolizado en la aprobación de la primer Ley nacional de la música en el Congreso de la Nación, con la participación verdaderamente federal de los músicos del país. Celebro el crecimiento, pero también la organización, la unión, la confianza en la consideración del músico como sujeto político interlocutor del estado.
2013 será un mejor año para los músicos de córdoba, “músicos”, en colectivo, y no en singular.
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