• Josefina Di Bert
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Josefina Di Bert

2019

Soltar, limpiar, sanar, hacer espacio.
Dejar lo cómodo para aprender, mirar hacia adentro.
Fluir, caminar, viajar, habitar nuevos espacios.
Observar el mar y ver salir una luna enorme que ilumina todo lo oscuro y marca el camino.
Elegir qué procesos hacer y en el medio dejar que los procesos me hagan.

Cumplir los sueños más grandes y enfrentar las desilusiones más rotundas. Entender que la realidad no siempre coincide con la expectativa, y que muchas veces si logramos vaciarnos de todo lo que esperábamos podemos recibir algo aún mucho más grande.
Romper todas las estructuras, los moldes y arrancar de cero.
Pisar una vez más tierras de fuego, intensidad y tambor. Empaparme de música hasta que ya no quepa más en mi cuerpo.
Sacar a pasear las canciones por el mundo, para regalarlas y regarlas, para plantar semillas que me permitan viajar contemplando la belleza de verlas crecer y verme crecer mientras intento convertirme de a poco en la artista y en la persona que deseo ser.

Encontrarme cara a cara al amor y aprender a perderle el miedo. Abrazarlo con fuerza, tomarle la mano y compartir el camino.

Perderme sólo para encontrarme de nuevo, recordar que todo lo esencial esta en mí y que de todas maneras ya sé cómo volver a casa. Entender una vez más que el hogar puede estar en cualquier lado, en el fogón, en los ojos de les amigues, en las músicas compartidas, en el olor a comida, en las risas cómplices, en cada abrazo, en los encuentros, en el sonido a naturaleza, y en la oscuridad de la noche. El hogar es una construcción que llevamos en el pecho donde sea que vamos quienes somos viajeres nómades en este planeta flotante.

Así este 2019 para mí. Miles de ideas nuevas que se amontonan ansiosas por salir y convertirse en canciones.

Ojalá el 2020 me permita ir soltándolas y desparramándolas a todas.

 

2018

A veces hace falta viajar hacia adentro. Hurgar en la profundidad, limpiar las mugres viejas que se acumularon durante años en las ventanas, para poder ver otra vez hacia afuera y explotar, explorar y habitar el mundo.

Alivia saberse acompañada por una misma. Crear y creer desde un lugar más sincero. Perderse un rato en el oscuro para valorar después el día y el aire fresco pegándole al rostro. Así se aprende y se crece.

El 2018 me vio de ese modo, muriendo y renaciendo varias veces. Entre medio me dejó parir otro disco que se llama «Más Animal» y que relata esos caminos interiores. Me permitió además compartirlo con gente amada, desparramarlo por todas partes, tocarlo miles de veces y con muchos formatos. Me permitió volver a volar, me dejó habitar el tiempo sosteniendo los espacios que fortalecen y me fortalecen, cantar una vez más con las pibas y pibes de la cárcel, generar un pedacito de libertad en el encierro, hacer que los tambores trasciendan las rejas.

Me devolvió las ganas de soñar en grande, de irme para regresar con historias nuevas. Me inyectó la adrenalina de saberme viva. Me permitió darme tiempo para estar triste e inclusive poder disfrutarlo. Me hizo caminar hasta volver a ver el mar. Me trajo puñados de canciones nuevas a terminar. Me regaló la belleza de reencontrarme conmigo, de darme un abrazo, de verme reflejada en miles de ojos de mujeres con quienes comparto la misma lucha, sentir su alivio y sentir su marea. Me permitió reconocerme siendo parte de un momento único y entender que los años no son ni lindos ni feos, simplemente son y depende de nosotres lo que decidamos hacer de ellos.

¡Que el 2019 nos encuentre cantando, aprendiendo, amando y latiendo en sincronía con nuestros propios tambores internos!

¡Salú por eso!

 

2016

Foto: En Vivo Producciones.

Este 2016 representó para mí la creatividad como estrategia de supervivencia. Entre medio de las adversidades políticas, los atropellos a nuestros derechos, y a la sorprendente apatía por parte de muchas personas, surgen  también contestaciones.

Este año me encontró con personas increíbles y maravillosas con quienes compartir. Me hizo entender que si se cierran espacios se generan otros, que la magia se hace entre todos, que somos muchos los que queremos que la cultura crezca, se multiplique, se contagie. Los momentos difíciles nos dan letra para cantar bien fuerte y que se escuche lejos lo que queremos y deseamos, hace que nos juntemos más seguido uniendo nuestras fuerzas.

Este año pude abrazar a la música una vez más con todo el corazón, pude permanecer y pertenecer, impulsar y crear, comprometerme, amar, ser. Así se abrieron los caminos demostrándome día a día que todo lo que deseo lo cumplo, que todo lo que elijo con el alma me gratifica, que todo lo que doy lo recibo mil veces más grande, que todo lo que intenta aplastarme solo me da fortaleza.

Cierro este ciclo con un año hermoso, con un nuevo disco en mi mano junto a Mortal Latin Funk, con el éxito de muchas producciones independientes que me dieron la pauta de cuál es el camino y con quiénes elijo trabajar, abriendo caminos a mi Alma Nómade por muchas más giras y viajes de aprendizajes, con todo el deseo y la expectativa de que el 2017 me sorprenda grabando y materializando mi segundo material discográfico.

Deseo plenamente que construyamos entre todos, que podamos mirarnos con amor y ser sensatos, ser coherentes, ser políticos, ser críticos, en nuestra vida y en nuestras producciones artísticas. Deseo que podamos jugárnosla por aquello que creamos importante, que no tengamos que fingir, que no tengamos que tener miedo.

¡Deseo que la música nos inunde el alma, que nos proteja de los otros y de nosotros mismos, que nos permita encontrar nuestra mejor versión y nos haga ser las mejores personas que podamos!

¡Feliz año nuevo a todos! ¡Que nos sorprenda cantando!

 

2015

Y así se va yendo este año… ¿Qué me deja? Mil cosas que aprender. Aprender a tener paciencia, a respirar, a ser estratega, a construir. Pude ver que los obstáculos están para ser vencidos, que las trabas nos ponen más productivos, que los conflictos se convierten en letras que acompañadas de instrumentos son las canciones que deben ser cantadas porque desde ahí los artistas transformamos al mundo. Hoy más que nunca poblemos el aire con nuestras canciones a viva voz.

Vi un río enojado que arrasaba con todo dejando ruinas y siguiente a eso vi lo que somos capaces de construir si ponemos el cuerpo entre todos solidariamente, si dejamos de pensar que la solución es individual, si dejamos de pensar en salvarse uno y entendemos que la jugada es colectiva.

Este año me mostró entonces “quién es quién”, pude ver a qué me enfrento y cuáles son las manos con las que cuento. Manos para seguir construyendo, para seguir luchando por las ideas, por la cultura, por la libertad, por nuestras voces, por el amor… Es nuestra responsabilidad defender estos derechos… Haciendo, como siempre lo hemos hecho, sin detenernos, hacia adelante y con convicción.

Veo entonces que la creatividad agarra fuerza y aflora desde los lugares más oscuros, veo que la caída también puede ser tomada de impulso para saltar todavía más alto. ¡Y eso deseo para el próximo año y todos los que vengan! Que seamos capaces de defender lo construido, que seamos capaces de abrir bien grandes los ojos propios y de nuestro vecino, que ganemos terreno y no retrocedamos ni un solo paso, que la música nos acompañe a todos y nos reúna, abriendo caminos, abriendo espacios y transformando lo que somos, en la mejor versión de nosotros mismos.

Este fin de año, brindo por eso.

¡Salud!

 

2014

El 2014 comenzó para mí con un parto: “Tierra de tambores”, disco que materializa tres años de trabajo, viajes, encuentros, creación y que presentamos con Alma Nómade a lo largo del mismo. Este cierre de ciclo dio lugar a otro, que nos permitió desparramar nuestra música por cada rincón donde nos fue posible.

Fue entonces un período de grandes logros y concreciones, donde pude llegar con mis canciones a las personas, recibir su respuesta positiva y cariñosa. Debo agradecer en ese sentido al trabajo de los medios de comunicación, espacios y ciclos que apoyan el trabajo de los artistas independientes en Córdoba, nexo fundamental para facilitar la llegada de nuestra música a la gente. Esperemos se sigan multiplicando.

Agradezco también el haberme mantenido activa tocando por los escenarios de Córdoba y el país, junto a Alma Nomade, Alma trío y el Rey pelusa. Por permitirme afianzar raíces, por los aprendizajes y desafíos. Agradecida también a los compañeros de la música, del trabajo, hermanos de la vida, a la familia, por estar año tras año haciendo el aguante, apoyando mis logros.

Este año se va de la mejor manera posible, haciendo caso a mi alma nómade, viajando para llevar las canciones que cada tierra de tambores en su momento inspiró. He aquí el desafío para el año que se viene, estar en movimiento para abrir nuevos horizontes como así también seguir creciendo en la escena local. El objetivo de siempre es aprender, estar atenta a cada cosa que pasa, porque sobre eso se escriben las canciones. Apoyar las luchas, estar en el camino, porque es allí donde se esconden las musas. Ese es mi deseo, un año lleno de música, felicidad y creatividad lo suficientemente lleno como para colmar cada corazón de artista…

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