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Facu Farrando

2018

En tiempos de mierda… la música nos salva. En un año donde todo se ve gris y la sonrisa de los que te rodea se vuelve una mueca de tristeza, la música nos salva, o como decía Luis Alberto, sólo el amor puede sostener…

Contra todos los pronósticos económicos, anímicos y con un contexto sociocultural que alentaba más al ostracismo que a salir a hacer música, descubrí que cantando y llevando mi mensaje a los que quisieron escucharlo pude salir de varias situaciones jodidas. El encuentro con compañeros entrañables como Silvia Lallana, Pelu Mercó, María Fernanda Juárez y el más reciente con Juan Falú me demostraron que la perseverancia y el esfuerzo son el único camino posible para concretar los sueños. 

El abrazo colectivo, la música compartida y el apoyo de los que verdaderamente te quieren, te sostiene para continuar a paso firme en un sendero sinuoso pero con remansos que acarician el alma y ayudan a seguir adelante.

Solo deseo que el 2019 nos encuentre bajo las manos protectoras de los que alguna vez supieron velar por nuestros sueños y que la gente se despierte de una pesadilla que a veces parece disfrutar…

 

2017

“El camino se compone de infinitas llegadas”, palabras de Yupanqui, escritas por Víctor Pintos en una dedicatoria en un libro de su autoría que tengo entre mis cosas más queridas. La sabiduría de esa frase me ha ayudado a aplacar las ansias de dar a conocer lo que soy y la música que hago y me han demostrado que disfrutando cada paso que uno da, el camino se hace mucho más liviano. Un camino que también enseña que ésta es una carrera de resistencia, donde el laburo diario, el empuje por hacer lo que uno ama y los compañeros de ruta, son tan importantes para seguir adelante, más que las puertas que muchas veces uno golpea y no se abren.

2017 un año de gran aprendizaje, de saber que se pueden hacer cosas desde la música de Córdoba, que estamos juntos en un gran colectivo de talentosos y amorosos artistas que nos vamos acompañando a cada paso, en cada recital, en cada disco. Saber que uno no está solo, que de a poco va encontrando un lugar dentro del abrazo de los músicos, periodistas, prensas, dueños de salas, es algo que lo reconforta y ayuda a seguir adelante.

Que el 2018 nos siga encontrando en ese abrazo que nos contiene, en épocas donde los que nos deberían proteger y acompañar nos dejan cada vez más solos.

Celebro a todos mis compañeros y espero que sean cada vez más los encuentros en la música y en el amor que será lo único que nos va a salvar. 

 

2016

Quiero comenzar esta nota agradeciendo la oportunidad de poder hacer un balance y poner todo lo positivo en un año donde ha primado la oscuridad…

Salió a la luz mi primer hijo “Primal”, entramos al ruedo de este maravilloso universo de músicos cordobeses y fui recibido con mucho cariño y respeto.

Año de remo y mucho laburo, para mostrar lo que humildemente salió del corazón, un disco visceral, sin ningún tipo de pretensiones artificiales.

“Primal” fue recibido con los brazos abiertos y ha dado sus primeros pasos con firmeza y solidez, gracias al cariño de amigos músicos y periodistas que se sumaron a tocar y a difundir, simplemente desde la buena onda y la aceptación de un trabajo hecho desde el alma…

Dos grandes fechas marcaron este año, la primera en Cocina de Culturas, lugar que convida a volar y a disfrutar haciendo música. La segunda en el Pabellón Argentina, lugar en el cual tuve el placer de presentar el disco y que luego caí en la cuenta de que estaba formando parte de más de 400 años de historia y cultura universitaria.

Fue un año también ecléctico, ya que participé de un concurso de televisión (El certamen de artes escénicas), de un espectáculo de Revista en Carlos Paz, de una obra de teatro musical (Mi banda sonora, con la dirección de Hernán Espinosa) y tuve el honor de cantar en la Catedral y en la Sinagoga de Córdoba junto a la Banda Sinfónica Municipal, un adelanto de lo que será “Brochero, el Santo Argentino”, un musical que verá la luz en 2017.

Sólo me queda agradecer a todos los que formaron parte de este 2016, viejos amigos, nuevos amigos que me va arrimando la música, tan plena y maravillosa que todo lo que toca lo convierte en amor puro.

Veo un camino luminoso para el año que está llegando y deseo con el corazón que cada vez nos juntemos más, todos los músicos de Córdoba, para poder seguir resistiendo desde los espacios culturales con la pasión y la convicción de que hacemos lo mejor de cada uno para que la cultura de Córdoba no deje de brillar nunca.

¡Abrazo del alma para cada uno!

 

2015

Este 2015 fue un año de nacimientos, no sólo el de mi segundo hijo biológico, Felipe, sino también el de mi primer hijo discográfico como solista: “Primal”. Un disco visceral, macerado con amor y preparado desde hace años, “Primal” es un grito eterno que aquí se transformó en música y en canto. Tuve el placer de compartir esta experiencia  con grandes artistas como Mery Murúa, Damián Torres, Indio Márquez, Germán Náger, que brindaron su corazón con generosidad al proyecto como si fuera propio. Así también armé un equipo de músicos y amigos que dejaron el alma en cada nota que suena en “Primal”.

Fue un año de mucha introspección, de elección minuciosa de cada una de las joyas que forman parte de este collar, algunas son propias y otras de grandes genios que siempre admiré y que atravesaron mi vida con su luz.

Este año marca el inicio de un camino nuevo para mí.  De un sendero solitario, pero acompañado por los mejores, caminando a paso firme,  calmando las ansias por llegar, aprendiendo de los amigos que me aconsejan desde el amor.

Sobre todo con la convicción de que éste es el camino que quiero transitar, éste es el lugar donde lo quiero recorrer y ésta es la huella que quiero dejar marcada para siempre, desde ahora y para adelante…

“Profunda y simiente es mi huella
Con sabiduría de antaño
Y tiene el color que  los años
Le supieron dar…”

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