• Enrico Barbizi

Enrico Barbizi

2020

Este año fue muy extraño. Entiendo que, en buena medida, nos obligó a repensarnos, resignificarnos y redefinir nuestro trabajo. En mi experiencia, a nivel de producción, estuve muy activo pues, al estar todo el tiempo en mi casa, casi como necesidad y salvataje de la angustia, me puse a hacer cosas. Realicé 111 capítulos con bailarines y bailarinas de todas partes del mundo interpretando mis músicas y canciones y luego comencé a homenajear la obra de Charly García (ya voy por el capítulo 15 de esta actividad).Creo que siempre, cuando se cierra una puerta, se abren otras.

¡Otro fenómeno fue el de los streamings y los vivos! No lo tengo claro aún. Me parece que esas herramientas vinieron a suplantar algo que, creo, es irremplazable: el encuentro con el público. La obra se termina de realizar en ese encuentro y con esa energía circulando.

Por otra parte, me parece que hay mucha (demasiada) circulación y tráfico de vivos y streamings y no así cantidad de público para disfrutarlos. Digo, hay más propuestas que público, entonces cuesta juntar gente. Ahora que lo pienso, esto también ocurre en lo presencial.

Me parece que, en definitiva, en el futuro se hará algo mixto entre lo presencial y lo mediatizado por alguna pantalla. En todo caso el tema/problema sigue siendo cómo hacer de nuestra actividad un trabajo! Porque rebuscar, nos la rebuscamos siempre, pero sigo sin conocer a ningún colega que pague sus cuentas y morfe de tocar.

Estuvimos muy abandonados y descuidados. Allí hay una deuda por parte del estado (municipal, provincial y nacional).

Un buen Streaming cuesta al menos $40.000 Entonces, en mi caso, se pierde plata. Pero te queda un lindo material para hacer circular.

¿Qué se gana? Qué se pierde?

Se pierde la mirada, el contacto, lo espontáneo, el ida y vuelta, el arte de cambiar el orden de los temas, la adrenalina del momento único e irrepetible en el que estamos todxs envueltos en la misma cosa.

Tengo una canción que dice así:

«No hay más que tiempo que recorrer.
Tiempo, para ganar o perder.
Perder, lo que se pierde al amar.
Y amar, lo que se gana al perder.»

¡Otro tema que es todo un tema es el de los seguidores! Pareciera que el objetivo de todxs es tener más seguidores. Como si el número de seguidores de une artiste reflejara su talento. A mí me han sacado de la grilla de un festival porque, y cito: «No tenés muchos seguidores en Instagram». Entonces, ¿cuál es el criterio? ¿Dónde queda la música? ¿De qué estamos hablando? ¿Arte? ¿Dónde está el arte? ¿O es que acaso hoy por hoy el arte más preciado y valorado es «el arte de tener muchos seguidores»?

Yo creo en la obra, creo en la música. Los seguidores, el público, la audiencia, debería ser un reflejo o consecuencia de esto. Pero no sé. Hay fenómenos que no comprendo.

Yo sigo haciendo. Y haciendo de un modo coherente, consecuente y constante.

Hace poquito se comenzó a volver a los escenarios. Se comenzó con solistas y ahora se amplió hasta cuatro músicos en el escenario. No comprendo por qué, si hay cien personas en un lugar, sólo puede haber cuatro músicos, pues esa formación deja afuera a un sinnúmero de bandas.

Creo que es necesario volver a tocar y que debemos ser conscientes (público y artistas) y responsables en nuestro cuidado: distanciamiento, barbijos, alcohol, etc. Los protocolos ya están, existen, se han trabajado en comisiones. Hay que aplicarlos.

Para mí la discusión más importante es qué valor y lugar le damos a la actividad cultural. En esta provincia (que es muy particular) en lugar de invertir en los sectores más importantes y definitorios de una sociedad como son salud, educación y cultura, son justamente esos sectores los que sufren sistemáticamente recortes.

La discusión es a qué le damos más importancia: ¿a la forma o al contenido? ¿A los seguidores o a la obra? ¿Existe lo «federal»? ¿Por qué (exceptuando el fenómeno del cuarteto) ningún músico puede vivir de tocar y/o grabar? ¿Por qué el 90% de los concursos y/o subsidios son para artistas entre 18 y 35 años? ¿Qué es un «artista emergente»? ¡Yo estoy hace 30 años «emergiendo!

Al 2021 lo imagino de transición y espero que esa transición sea hacia algo superador.

 

2019

Desde el 2012 siempre he participado de la iniciativa de hacer un escrito que refleje lo vivido en el año.

Aquí un intento: El año 2019 fue, en lo coyuntural, social, económico y político, por demás enreverado y difícil de transitar. Esto no excluye a la actividad profesional de un músico. Así las cosas, hay que decir también que en tiempos de crisis se impone (me impongo) buscar y encontrar maneras creativas de resistir y proponer salvoconductos, fugas, grietas por las que dejar la luz entrar. Y a eso me dediqué.

Grabé y presenté «Akross» (mi noveno disco) con un concierto hermoso en La Piojera poniendo en el escenario a una banda de sueños que dio todo y le abrió las puertas a la magia.

Sentí (y sigo sintiendo) que el mapa musical va mutando vertiginosamente con nuevas movidas («nuevas generaciones») que armaron una movida muy interesante de la cual hay mucho que aprender.

Parado en ese mapa me pregunté muchas veces: «¿Cuál es mi lugar»? Y la respuesta que se me aparece es algo así como «mi lugar está en los bordes, en los límites, saliendo y entrando.» Un lugar que desafía las variantes binarias de «éxito/fracaso», lugar del hacer, del seguir haciendo. Y así, hago, siempre hago.

Grabé dos canciones nuevas que en este 2020 saldrán como singles, cada una con su video. Toqué en muchísimos lugares. Y toque solo, a dúo, a trío, con banda completa, y siempre con humildad y honestidad.

Hago lo que hago. Doy lo que soy. Y me la banco en este viaje.

Los balances suelen ser traicioneros, pero invitan a repasar las vivido y hacer diversas ecuaciones.

Mi ecuación: en este mundo hay quienes dan 1 y piden 100. Pero también existen los que dan 100 y piden 1. La ecuación es simple: 1-100+100-1 = 0.

¿Será por eso que el mundo es redondo?

 

2018

El 2018 fue de esas conjunciones que nos ponen a prueba de tanto en tanto.

En lo personal, viví momentos de los más hermosos de mi andar en la música: presenté mi octavo disco, «Cable Canal», y vibré abriendo el escenario para Phil Collins, Silvio Rodríguez y Fito Páez (¡por tercera vez). También armé la banda que acompañó a Palo Pandolfo en su concierto en Córdoba. Toqué en diferentes formatos en muchos lugares del interior donde no lo había hecho y pude relajar y confiar más en mí mismo y las canciones. Trabajar así me alivianó mucho.

Por otra parte, en el fuero más hacia adentro, viví un año en donde el espejo me puso de frente con la necesidad de reencauzar mi vida, de sacar las piedras del camino en lugar de tropezar mil veces con ellas, de hacer un otro camino, uno que hable desde, hacia, por y para el amor.

Creo que sólo desde allí se puede pensar en una revolución que nos hermane y ayude a llevar los tiempos que tenemos por delante.

Poner arte en cada acción y tarea. ¡Todo tiene (o puede tener) arte! Y comenzar en lo pequeño, en el cotidiano, en casa, con quienes nos recuerdan las cosas importantes de la vida.

 

2017

Plasmar lo vivido en este 2017 en unas pocas palabras es tal vez como explicar una poesía. Aún así haré el intento.
Se mezclan en mi sentir cosas que tienen que ver con mi profesión de músico: grabaciones, conciertos, giras, participaciones, etc., con un contexto y una coyuntura social, política y económica que considero mucho más que complicada, sobre todo para los trabajadores mortales. Y ahora, mientras escribo, me doy cuenta de que no son dos ámbitos tan diferentes pues pienso que el hacer artístico musical es siempre político en tanto (por acción u omisión) uno dice cosas de su realidad o su percepción de la realidad.

En esa línea, este año cambió de formato con mi música yéndome a investigar y aprender a cerca del mundo de lo electrónico. Y me gustó y está gustando. Con este formato grabé un EP de 5 canciones que se llama «Cable Canal», que saldrá en el 2018.

Estuve más presente en marchas y manifestaciones desde y con mi arte, grabé en los discos que saldrán de Bicho Díaz, Marcos Luc, Agustín Druetta y Garba, giré tocando por Buenos Aires, Rosario y el interior de Córdoba, abrí el concierto de Bryan Adams, toqué con mis amigos de Eruca Sativa celebrando sus 10 años, tocamos con el Presenta Trío, entre muchas otras cosas.

Nunca paro. Estoy permanentemente en movimiento buscando maneras más creativas de producir. Intento no aburrirme, estar abierto a la sorpresa, confiar en lo que sucede y disfrutar el camino más que obsesionarse por un destino. Ya tengo muchos años en esto y aprendí algunas cosas.

La resistencia a la que apuesto es la resistencia desde lo sensible. Es lo que me sale y desde donde creo puede aportar mi hacer. Trabajo, constancia, persistencia, coherencia son algunas palabras que configuro como guías para mi camino. Ya sea desde mi trabajo como músico, tanto como docente, formando músicos, muchos de los cuales hoy son colegas que están trabajando, como la mayoría de esta nueva generación que hoy promete y mucho, de un modo muy profesional y creativo.

Despido este 2017 agradecido por poder dedicarme a lo que amo y con deseos profundos de paz y trabajo para todos. Deseo un lugar más amable para que mi hija habite. Trabajo con la conciencia de quien dejará un legado. Sé que es muy probable que no alcance a vivirlo yo pero me deslomo para que futuras generaciones estén y trabajen más y mejor…

No debemos olvidar nunca de que si hoy la escena musical está mejor es porque muchos metimos el lomo mucho tiempo. En ese sentido, aprovecho para agradecer a todos los referentes que abonaron el terreno para que yo pueda hacer lo que hago.

Estoy a esta altura mucho más allá de las modas, he visto pasar muchos intendentes, secretarios de cultura y distintas Midas que se han impuesto y yo sigo aquí, siempre, en los bordes, en el límite extraño de un afuera/adentro proponiendo siempre alternativas.

Soy, graciosamente, hace casi 30 años, ¡un «artista emergente»! Jajajajaja. Nadando en el under del under veo pasar tiburones, pulpos, peces martillo amenazantes, algún que otro pez payaso y monstruos de las profundidades… Yo, mientras tanto, cuido mi coral a veces virgen, me asomo, voy y vuelvo, veo pasar las corrientes.

Cómo dice uno de mis maestros: «Mientras miro las nuevas olas, yo ya soy parte del mar».

 

2016

Este año ha resultado ser maratónico e intenso en muchos aspectos. Particularmente en mi hacer cotidiano vinculado al arte de hacer arte desde aquí he vivido experiencias fuertes:

Presenté disco nuevo, “Panorámica” (el séptimo ya) celebrando 11 años de carrera como solista.

Abrí el escenario para Fito Páez en La Plaza de la Música.

Comencé a trabajar con un equipo de managers (Oh Si Producciones) admitiendo que uno siempre necesita ayuda.

Participé en el escenario el 24 de Marzo cantando “Ciudad de pobres corazones” y la piel se me erizó.

Fui convocado por muchos colegas a participar de sucesos sonoros y artísticos más que interesantes.

Pero además, por otra parte, pude parar la moto y tener una actitud contemplativa (A veces hacer silencio y mirar y escuchar es el mejor modo de hacer música). Esta actitud forma parte (lo descubro cada día) de los procesos creativos. Ordenar las ideas y ver todo lo hecho y lo deseado por hacer y aplacar urgencias (no las hay) y ansiedades para producir mejor y que esas ideas y proyectos salgan a la luz de la mejor manera.

Ya está en marcha un 2017 hermoso con giras confirmadas a Chile, Brasil, Uruguay y muchas provincias del País. Esto me tiene muy contento. Además, ya estoy en pre producción de un nuevo disco que se llamará “Las Fuentes”. Será un disco doble -uno en inglés y otro en castellano- con versiones de canciones de artistas que han marcado mi camino.

Hay ya guiones escritos y plan de rodaje para dos video clips que serán un hallazgo.

También la necesidad de contar un recorrido hecho mediante un documental que entregaremos por capítulos en las redes y muchos más contenidos que estamos preparando.

El contexto político/social está más que difícil y uno no puede ser ajeno a eso. Creo que hoy por hoy la mejor manera de resistir está en crear sutilezas y hechos artísticos cotidianos. En brindar amor desde la música o lo que sea que uno haga.

 

2015

Este 2015 ha sido muy intenso. Intenso significa eso: Intenso; con sus idas y vueltas y vaivenes y tente en pies… A mí en lo particular me encontró trabajando mucho. Defendiendo mi  último disco “Otropedia” en muchos lugares y compartiendo y aprendiendo de muchos intercambios y encuentros con colegas que admiro. En este sentido puedo destacar a Fito Páez, Palo Pandolfo, Martín Buscaglia, Pablo Dacal, Luciana Mocchi, entre muchos otros.

No salí ileso de estos encuentros pues de cada uno de ellos aprendí algo. Y agradezco eso.

Por otra parte, desde mediados del 2015 comenzamos a grabar un nuevo disco (será el séptimo), ¡que ya está terminándose! Se trata de “Panorámica”, un disco que intenta celebrar 10 años de carrera solista. Producido por el nobel sello Mocena Músic y grabado en Maya estudio y con producción musical de Gabriel Aguirre. Todo el disco está grabado por Gabriel y yo, ¡en mi debut como baterista!

Un 2015 con un clima político y social muy enrarecido que nos obliga a estar atentos y alertas. Bien parados en la defensa de derechos conquistados que llevan consigo la lucha de muchos de nosotros y muchos que ya no están. Y allí estoy. Allí estaré. Con cada letra y cada música que de mí salga pues la revolución de hoy, creo, pasa por la belleza y el elogio a las cosas sutiles.

¡Felicidades gente! ¡Ojalá el próximo año nos encuentre más unidos que nunca!

Cuentan conmigo.

 

2014

Tal vez este 2014 que se va haya sido uno de los años más intensos en mi vida.

Intenso quiere decir eso: Intenso. Con las de cal y las de arena. Un disco nuevo (el sexto ya) vio la luz; y con el nuevas esperanzas y deseos de nuevos caminos andar…

Produje en junio junto a José Ávila y Marcelo Sánchez el Festejo por los diez años del programa “Furia Nacional” con un homenaje a Spinetta, con la presencia de Javier Malosetti, Emilio del Güercio y catorce solistas de Córdoba en escena. Salió verdaderamente muy hermoso…

Armé el Ciclo DUIN junto a Pau Candi en donde el acento estuvo puesto (como lo vengo poniendo en toda mi carrera) en derribar muros y compartir escenario y experiencias con muchos artistas de estas pampas…

Y toqué durante todo el año de manera sostenida en muchos lugares de aquí y de no tan aquí. Conocí, compartí y aprendí este año de y con artistas maravillosos como Raly Barrionuevo; Queyi; Dúo Coplanacu; Fede Flores; Pao Bernal; Vivi Pozebón, entre muchos otros.

Creo que algo del orden de la cosecha se viene dando para quienes venimos sembrando desde hace mucho tiempo y eso me fortalece y me invita a seguir apostando.

No queda más que agradecer a la vida la oportunidad de continuar haciendo un camino en lo artístico que esté marcado por la coherencia, la constancia, el trabajo y la pasión…

Así que aquí alzo mi copa y digo ¡Salud!

 

2013

Algunas palabras intentaré convocar para describir el andar de este 2013. En lo personal este año fue muy intenso. Toqué muchísimo y me animé (no lo había hecho antes) a salir a mostrar mis canciones por todos lados en formato pequeño (solo o a dúo). Esto me permitió moverme mucho más y descubrir muchos nuevos hilos para armar y tejer esta tela que voy siendo…

Procuro, procuré siempre, y este año lo hice otra vez, motorizar y producir espacios de encuentros y de comunión entre muchos artistas. Así, estuve mucho con escritores, poetas, artistas plásticos, actores, bailarines, payasos. Y siempre aprendiendo en el VaiVen…

Este año nos movió el piso la muerte de un amigo, compañero y maestro. Hablo de Titi Rivarola… ¡Este sacudón me hizo repensar y replantear todo! Titi fue un ejemplo de perseverancia y militancia. Así que tomo ese ejemplo y lo hago carne… “Sigan… Ustedes sigan” dijo poco antes de irse de gira… ¡Y eso haremos!

Algunas cosas que hice este 2013: Teatro Minúsculo; actuación abriendo para Dominic Miller; actuación abriendo para Jon Anderson; el clavo con Andrés Calamaro; actuación con Las Despechadas, con Las Pérez Correa, con el Buscador de Escritores; Festival internacional de Literatura y Poesia; 12 canciones visuales con Daniel Pito Campos; Concierto en la marcha por el pedido de transparencia en las elecciones; con Bicho Diaz y la Eléctrica Folklérica; ciclo Degenerados, etc. etc.

El 2013 también me encontró trabajando en mi próximo disco, que saldrá en el 2014…

 

2012

Este 2012 estuvo movido. Yo seguí andando mi camino. Ese camino que intenta hacer caminos nuevos en la búsqueda, en la experimentación y en el encuentro con otros caminantes. Logré compartir escenario con Dominic Miller, Jon Anderson y Fabiana Cantilo. Hice una gira por Buenos Aires y La Plata y edité mi disco instrumental “Música en obra”. Son logros importantes para mí. Por otra parte, compartí espectáculos con Las Pérez Correa, Elisa Gagliano, Emanuel Rodríguez y Jorge Monteagudo. Armé el ciclo “Romper”, compartiendo canciones con actores como Paco Giménez, Mariana Bonadero, Cecilia Priotto, entre otros. Compuse la cortina del programa de radio «Siempre Es Hoy» de Nuestra Radio 102.3. Lloré al Flaco Spinetta y toqué en el homenaje que muchos músicos le hicimos. El 13 de diciembre en el Teatro Real cerré el año con la primer obra multimedia escrita por mí: «Maroma. Sogas en los Cuerpos». Danza, visuales y músicas puestas a jugar el juego de que jugar es posible…

Agradezco a la vida el haberme dado la posibilidad de habitar los escenarios. ¡Allí, en ese lugar sagrado, soy mucho más parecido a mí mismo!

Siento que algo cambia. Algo se mueve. Lo movemos nosotros; los que queremos abrir la cancha y el juego.

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