• Damián Torres

Damián Torres

2021

Foto: Dante Ascaíno.

Vamos hacia adelante.

Aunque haya que enfrentar vendavales, obstáculos, cabezas huecas y pandemias.

Vamos contra todos los males de este mundo y de los mundos imaginarios que pinten.

Aunque el panorama sea un tanto desolador, aunque sepamos durante el trayecto lo difuso de la meta.

La meta no es llegar. La meta es el camino.

Vamos a levantarnos si nos caemos, vamos a mantenernos perseverantes, vamos hacia adelante aunque no lleguemos enteros.

¡Vamos a pleno!

 

2020

Comenzar este texto haciendo alusión a lo inusual que fue este año sería poco original de mi parte, pero la realidad es esa. Atípico y descolocado. Así transcurrió el 2020.

Más allá de enumerar la escasa actividad realizada profesionalmente, quiero aprovechar este espacio para generar un fuertísimo y enérgico deseo de reactivación de los espacios necesarios para que los artistas de todas y cada una de las disciplinas culturales, mayormente los que se mueven en el plano independiente, puedan volver a generar tanto la belleza que emanan de sus propuestas como el indispensable sustento para no tener que sufrir los tremendos avatares que la falta de trabajo ocasiona.

Espero sinceramente que todos vuelvan a tomar el curso positivo necesario para un incremento en cada una de sus labores.

Feliz 2021. Sinceramente.

 

2017

Y se va el 17. El número de la desgracia, que de desgracia tuvo poco y nada en la actividad realizada. Podría decir que, a diferencia de sumirme en un mar de negatividad, este fue un gran año, sobre todo, para mi proyecto principal, el del Quinteto.

Proyecto al cual me refiero más concretamente como «nuestro», ya que los músicos del Quinteto (Christian Esquivel, Jorge Martínez, Dante Ascaíno y Leandro Liuzzi) más las dos personas que trabajan junto al grupo (nuestro manager Iván Burnichón y nuestra agente de prensa Eli Rodriguez) han abrazado como propio. Proyecto de un grupo de gente que se sincroniza de tan inmejorable manera en pos de la realización y concreción de una actividad.

No tengo más que palabras de agradecimiento, admiración y afecto hacia ellos, que sostienen y ayudan a sostenerme. Que laburan con un apasionamiento increíble y que despositan sus mejores energías para que la maquinaria funcione al borde de la perfección, en todo sentido, tanto en el plano profesional así como también en el aspecto humano. Corto me quedo para destacar la inmensa entrega de sus corazones. Este «estado de gracia» anula toda mala vibra que pretenda acercarse y me deja flotando sobre una ola extasiada de planes y más planes, presentes y futuros.

Nuevamente gracias infinitas a ellos seis.

¡Buen año y buena vida para todo el mundo! A brindar, que el mundo, aunque a veces tambalea, sigue girando.

 

2016

Yo no sé si es porque en breve piso los 40 o por alguna otra intrincada razón, el tiempo parece fluir a una velocidad un tanto más veloz. Este año pasó como «esas motos que van a mil…»

Quizás lo más cercano sería pensar en que como uno está tan superactivo con lo que hace, los días parecen fluir desde un gotero que suministra más gotas de la cuenta. Lo que más me gusta de escribir para este anuario (desde hace varios años ya), es que me ayuda a mirar hacia atrás y disfrutar nuevamente de los proyectos realizados.

Este 2016 que se va trajo aparejada mucha música, como siempre, y una nota de color con la nominación a los Premios Gardel con el disco del Quinteto, «Abriendo Cancha». Pero por sobre todas las cosas, no dejo de mirar el presente y agradecer, en primer lugar, a mis compañeros del Quinteto, con quienes no solamente reforzamos día a día el vínculo de crecimiento musical y la fuerte apuesta a este proyecto, sino que además se ha ido forjando una unión humana impresionante, y eso es tan o más importante que la música en sí.

Por otro lado, quisiera agradecer a la gente que trabaja junto a nosotros para llevar adelante esta aventura: nuestros queridos Iván Burnichón y Eli Rodríguez, quienes apuntalan el compromiso del Quinteto con su tremenda labor.

Y además, aprovecho estas palabras para extender mi agradecimiento a los periodistas gráficos, radiales y de TV que nos dan una inmensa mano para promover nuestra música. Por último, vaya un agradecimiento a todos aquellos que personalmente no conozco, pero que mediante las redes sociales o en un sorpresivo encuentro por la calle, han manifestado con tanto afecto su satisfacción por la música que uno propone.

 

2015

Entre las tantas actividades sostenidas durante el correr del 2015 hay una que es una especie de bonus track en mi vida como artista, la de participar en la película “El espejo de los otros”, del director Marcos Carnevale. Participar en semejante película, con el amor que tengo por el cine, fue muy fuerte.

Por otro lado, lo más importante es sin duda la labor sostenida con el Quinteto. Dar a luz un disco como “Abriendo Cancha” significó mucho para mí, ya que fue la manera de mostrar al compositor en desarrollo que quería hacer detonar su música interior y no se animaba. Pero por sobre todas las cosas, y más allá de lo estrictamente musical, el Quinteto es un paisaje en el que convive una sólida realidad de cinco tipos que se llevan de primera, que disfrutan los ensayos, las grabaciones, los conciertos y, por sobre todo, juntarse a cenar y a compartir la vida, laburando y divirtiéndose.

La música puede ser mucho en la vida de las personas, pero el afecto lo es más aún.

Agradezco en primer lugar a Christian Esquivel, a Jorge Martínez, a Dante Ascaíno y a Leandro Liuzzi por su entrega total al proyecto y por su inmensa calidad humana. Agradezco a todos los que han apoyado directa o indirectamente la propuesta del Quinteto. Y brindo por todos y por cada uno de los que creen, como dijo Nietzsche, que “La vida sin música sería un error”.

¡Salud! ¡Y los mejores deseos para el nuevo año!

 

2014

Cada año que pasa me siento más y más agradecido por el camino que me toca recorrer. Agradecido al destino y a las personas con las que me encuentro para vivir y compartir la música. Quisiera destacar algunos puntos sobresalientes de este 2014.

En primer lugar, el lanzamiento de «20 años no es nada», segundo disco de la Orquesta Provincial de Música Ciudadana (organismo en el que tengo el inmenso placer de ocupar el cargo de Director Artístico desde el 2010).

Por otro lado, la labor sostenida junto al guitarrista Horacio Burgos, con quien conformamos un dúo hace un par de años y pudimos plasmar la actividad realizada en un disco grabado en Octubre, a editarse el año entrante.

Y, por último, la decisión de ampliar el Damián Torres Trío, constituyendo el Quinteto, integrado por Christian Esquivel en contrabajo, Jorge Martínez en piano, Dante Ascaíno en guitarra, Leandro Liuzzi en violín y yo en el bandoneón. Este proyecto resume, de alguna manera, el camino recorrido hasta aquí y de aquí en adelante. El Quinteto fue formado con el fin de interpretar la música que vengo componiendo desde hace unos años, sumando obras de Jorge Martínez y letras de Enrique Torres, Dante Ascaíno y Gustavo Visentín, entre otros.

A pocos días de haber grabado el primer disco del Quinteto, que se editará en 2015, quiero hacerles llegar mis deseos de Felices Fiestas y un Muy Buen año venidero a todos aquellos con los que compartimos, arriba o abajo del escenario, ese lugar increíble que es el mundo de la música.

¡Salute!

 

2013

Este 2013 se cumplieron 10 años de mi arribo a la ciudad de Córdoba. Lo festejo meditando en silencio, pensando en las cosas que hice, en las que me quedaron en el tintero y en las que probablemente haré.

Pero por sobre todas las cosas, lo festejo agradeciendo a cada una de las personas con las que he compartido algún que otro proyecto, a aquellos de los que aprendí y aprendo día a día, a los que aman la música de manera irremediable, a quienes el sonido los transporta, sin tanto análisis, sólo por el hecho de bucear en las profundidades de ese inmenso arte.

¡Salud y mis más sinceros deseos de muchísimo amor y felicidad para todos!

 

2012

No tengo mucho para decir sobre este año. Simplemente, si no queda fuera de lugar, quiero agradecer enormemente a la gente con que me toca trabajar día a día en el ambiente de la música, desde los colegas músicos, pasando por los periodistas, los técnicos, los que se conmueven con la música que uno hace, los que critican, los que apoyan lo que uno propone y disfrutan desde abajo del escenario para que uno disfrute desde arriba.

¡Salud y buen año!

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