Omar Viale

Omar Viale

2015

Reflexiones de un hombre de Teatro al finalizar 2015 para desearles a todos los teatristas un feliz año nuevo y que sigamos defendiendo y poniéndole el pecho al Teatro de Córdoba.

Después de muchos años en esta actividad, en este trabajo, aprendí a ser cauto en cuanto a conceptos.

Yo creo que el Teatro es una cuestión de resultados, y cada cual de acuerdo a su estética expone lo que piensa y siente. Considero que la interpretación de una obra de Teatro y el carácter de su presentación en forma física es inevitablemente subjetiva en cierto grado, matizada por las tendencias personales del director y los actores.

No hay Teatro sin actor. En la ceremonia del Teatro el actor es el primer artesano, y antes de cobrar vida con la presencia corporal de los actores, la obra  pertenece solamente a la literatura.

Creo que el trabajo del actor no es analizar el texto sino ser poseído por él, entregarse a ese trabajo, y el rol de un buen director es percibir la creación del otro y organizarla.

En cuanto a la cuestión externa, de producción, utilería, vestuario, escenografía, la música incidental o lo que fuere, pienso que siempre debe estar en apoyo al actor y nunca al revés.

En cuanto a la función que debe cumplir el Teatro, sostengo que debe cumplir una función social, y por ende llegar a todos los niveles sociales. Claro que esto es una mezcla de Stanislavski y Grotowski, e indudablemente es una teoría que a mí me sirve como otras teorías sirven a los distintos hacedores del Teatro.