Casa Laberinto

Casa Laberinto

Foto: María José Ugrin.

2016

Casa Laberinto es un lugar de encuentros. No es sólo un teatro, no es sólo un restaurant. Es más bien una fusión de estas actividades. Surge porque creemos en la importancia de la existencia de espacios donde podamos exponernos al contacto con los demás como experiencia transformadora.

Desde septiembre de 2015 estamos trabajando en este proyecto inmenso que comenzó a gestarse en nuestros primeros años en la Universidad. Nos propusimos habitar una casona antigua ubicada en el centro de la Ciudad de Córdoba, pretendiendo que con el uso cultural se revaloricen estas construcciones. Casa Laberinto se asemeja mucho al comedor de la casa de cualquiera de nosotros porque tenemos la seguridad de que el arte y la cultura deberían ser indivisibles de nuestra vida cotidiana. Es por esto que sus puertas están abiertas para toda persona interesada en consumir, generar, producir y difundir arte independiente, para que entren actores, niños, directores, mamás, artistas plásticos, cocineros, músicos, abuelos, fotógrafos, transeúntes, escritores, ciclistas, pintores, etc.

Quienes están detrás de todo esto desde el comienzo somos José y Anto, de 24 y 25 años y recientes licenciadas en Teatro de la UNC. Pero nada de esto sería posible sin Nuestros Amigos que se sumaron al equipo y que trabajan a la par nuestra poniéndole el cuerpo, dedicando tiempo y generando ideas creativas para que el proyecto funcione y pueda continuar. Así que al día de la fecha somos alrededor de 9 personas trabajando para que este sueño se haga cada vez más realidad.

Desde el comienzo La Casa estuvo llena de artistas y de programación. Lo primero que hubo fue un ciclo de conciertos con músicos locales los días jueves. Se presentaron libros y la casa se llenó de historias con las obras de teatro que llegaron aquí, principalmente producciones que nacieron en la facultad de Artes de la UNC. Las mañanas y las tardes se llenaron de ensayos y talleres de teatro, cine o música. Así de a poco Casa Laberinto fue formando su propia identidad y generando eventos propios como “El locrazo del 20 de junio”, un locro popular que cocinamos entre todo el “Equipo Laberinto”, donde cada invitado trae su mate y su instrumento y nos disponemos a compartir el feriado todxs en la misma mesa.

Otro ciclo generado desde la Casa fue “En la Punta de la Lengua/ Dramaturgias leídas”, donde invitamos a 4 o 5 actores que compartan con el público algún texto que los movilice. Siempre acompañamos estos eventos con comida rica y casera porque nosotras además de ser actrices, somos cocineras.

La identidad de Casa laberinto también está marcada por quienes se acercan a construir desde lo independiente junto a nosotros, por eso es una firme decisión que la limonada o la chicha sean caseras, el vino orgánico y la cerveza artesanal, producida por amigos (“Cerveza Artesanal San Fernando”) o que la mayoría de las veces la “playlist”  que vas a escuchar aquí esté compuesta por músicos independientes.

Casa Laberinto se detiene un poco para las fiestas y el verano pero continúa en febrero. Hay programados ciclos de música en la terraza, funciones de teatro, cine al aire libre con nuestro típico pochoclo picante y entrada gratuita.

Este año también vamos a estar recibiendo proyectos y propuestas de formación para quien desee enseñar y para quienes deseen aprender.

Este año fue una gran prueba piloto de muchísimo trabajo pero tenemos la enorme suerte de tener amigos que están trabajando mucho por este lugar y que la gente se acerca a ver qué pasa acá adentro. Eso ya es inmenso para nosotras que cada vez que llega gente nos sentimos muy felices así que seguiremos trabajando para que pueda haber cada vez más actividades.

Lxs esperamos de jueves a domingos con programación nocturna y de lunes a viernes durante el día a participar de los talleres. Consultas a nuestra fanpage.

Jose y Anto.

 

2015

“Casa Laberinto” es un lugar de encuentros. Una casa donde se hace teatro, se cocina, se saborea. Una casa donde nos encontramos. Creemos en la importancia de la existencia de espacios donde podamos exponernos al contacto con los demás como experiencia transformadora.

El proyecto comenzó a gestarse en nuestros primeros años en la Universidad. Nos propusimos habitar una casona construida en 1900, ubicada en un primer piso, en el centro de la Ciudad de Córdoba, pretendiendo que con el uso cultural se revaloricen estas construcciones antiguas que han sido cada vez más invadidas por centros comerciales o derrumbadas para la construcción de grandes edificios donde cientos de personas viven apiladas y cada vez más apuradas. Queremos que este sea un espacio donde explorar y fortalecer los lazos.

Casa Laberinto no cuenta con la distribución de una sala de teatro independiente como las que conocemos –con sus gradas, sus parrillas lumínicas, sus camarines y sus cabinas técnicas- sino que se asemeja más al comedor de cualquier casa. Es que tenemos la seguridad de que el arte y la cultura deberían ser indivisibles de la vida cotidiana de todos nosotros.

La producción artística de Córdoba es de excelente calidad. Abrimos las puertas de Casa Laberinto para que sea un lugar destinado a toda persona interesada en consumir, generar, producir y difundir arte independiente.

Abrimos las puertas para que entren actores, niños, directores, mamás, artistas plásticos, cocineros, músicos, abuelos, fotógrafos, transeúntes, escritores, ciclistas, pintores.

Desde el comienzo La Casa estuvo llena de artistas y de programación. Iniciamos un ciclo de conciertos con músicos locales los días jueves. Se presentaron algunos libros. La casa se nos llenó de historias con las obras de teatro que llegaron aquí, principalmente producciones que nacieron en la facultad de Artes de la UNC. Las mañanas y las tardes se llenaron de ensayos de teatro, cine o música, se llenaron de proyectos. Algunos pudieron presentarse aquí mismo, otros están todavía en gestación y programados para el año que viene. Casa Laberinto se detiene un poco para las fiestas pero continúa en enero. Ya hay programados ciclos de música en la terraza acompañados de platos muy ricos y caseros, más funciones de teatro.

Este año las puertas van a estar abiertas para recibir proyectos de formación para quien desee enseñar y para quienes deseen aprender. Queremos que este espacio crezca cada vez más. Este año fue una gran prueba piloto de muchísimo trabajo. Tenemos la enorme suerte de tener amigos que están trabajando mucho por este lugar y la gente se acerca a ver qué pasa acá adentro.

Nosotras cada vez que llega gente nos sentimos muy felices así que seguiremos trabajando para que surjan más actividades todos los días.