Sobre el Libro de Cristina Luz

¿Por qué hay que leer “Orgasmo”?

26-04-2011 / Cultura, Política y Sociedad
Etiquetas: ,

Facundo Martínez comenta el libro de Cristina Luz.


¿Por qué hay que leer “Orgasmo”?

Por | fmartinez@redaccion351.com

Es una lástima que algunos editores en Córdoba se tomen demasiadas licencias a la hora de corregir las obras literarias. Destrozan y borran párrafos enteros en pos de metáforas lavadas que, al fin, resultan vacías de contenido. Esto mismo pasa en el libro de Cristina Luz; se nota demasiado una mano ajena, una pluma entrometida entre párrafo y párrafo que dilatan la acción en pos de ‘mejorar’ la prosa.

Entonces, ¿por qué hay que leer el libro de Luz? Ni más ni menos porque es la biografía de una ex trabajadora sexual que es superadora de cualquier ficción u análisis teórico que se pueda hacer sobre la prostitución. Incluso sobre su literatura. Cristina nos da un panorama exacto de cómo es vivir, trabajar y sufrir la calle.

En el capítulo 8 dice: “Códigos: No se dan besos en la boca (porque implican sentimientos). Siempre hay que usar preservativo […] Jamás hay que llegar a un orgasmo con un cliente. Quizás el código más respetado, seguido a rajatabla. A veces porque no lo conocíamos, no lo habíamos tenido nunca, a veces porque estaban reservados para los maridos (o explotadores). Cuando algún cliente preguntaba por esto, algunas excusas eran que como nosotras podíamos llegar a atender hasta diez o doce hombres por noche, tener un orgasmo con cada uno de los clientes significaría un desgaste físico y emocional insoportable.”

Cuando Cristina se pone frontal, directa y concisa, el libro emprende vuelo. Sin embargo, cuando aparecen construcciones literarias mal adornadas, el relato se torna escabroso y pierde realismo.

Aparte de ser una historia por demás impactante, “Orgasmo” nos hace partícipes en primera persona de las atrocidades que rondan alrededor de la prostitución. Y Cristina, una heroína de la vida, moviliza con su historia hasta lugares impensados, incluso, de mejor manera que los “grandes” escritores cordobeses.

 

Es una lástima que algunos editores en Córdoba se tomen demasiadas licencias a la hora de corregir las obras literarias. Destrozan y borran párrafos enteros en pos de metáforas lavadas que al fin, resultan lavadas y vacías de contenido. Esto mismo pasa en el libro de Cristina Luz; se nota demasiado una mano ajena, una pluma entrometida entre párrafo y párrafo que dilatan la acción en pos de ‘mejorar’ la prosa.

Entonces ¿por qué hay que leer el libro de Luz? Ni más ni menos porque es la biografía de una ex trabajadora sexual que es superadora de cualquier ficción u análisis teórico que se pueda hacer sobre la prostitución. Incluso sobre su literatura. Cristina nos da un panorama exacto de cómo es vivir, trabajar y sufrir la calle.

En el capítulo 8 dice: “Códigos: No se dan besos en la boca (porque implican sentimientos). Siempre hay que usar preservativo […] Jamás hay que llegar a un orgasmo con un cliente. Quizás el código más respetado, seguido a rajatabla. A veces porque no lo conocíamos, no lo habíamos tenido nunca, a veces porque estaban reservados para los maridos (o explotadores). Cuando algún cliente preguntaba por esto, algunas excusas eran que como nosotras podíamos llegar a atender hasta diez o doce hombres por noche, tener un orgasmo con cada uno de los clientes significaría un desgaste físico y emocional insoportable.”

Cuando Cristina se pone frontal, directa y concisa, el libro emprende vuelo. Sin embargo, cuando aparecen construcciones literarias mal adornadas, el relato se torna escabroso y pierde realismo.

Aparte de ser una historia por demás impactante, “Orgasmo” nos hace partícipes en primera persona de las atrocidades que rondan alrededor de la prostitución. Y Cristina, una heroína de la vida, moviliza con su historia hasta lugares impensados, incluso, de mejor manera que los “grandes” escritores cordobeses.